José María Luccar y Leodan Pezo son los nuevos referentes del boxeo nacional.¿Puede una medalla cambiar el rumbo en la práctica deportiva de un país?
San Luis, 04 de octubre [Por Alondra Ñaupari, para el Diario Récord Perú]. Luego del éxito de Lima 2019, con respecto a la infraestructura y organización, es el momento de preguntarse qué sigue de aquí y ahora. En el Perú existen más de 52 federaciones que se encuentran registradas, quiere decir que 33 de estos deportes ‘vieron la luz’ por primera vez a partir de los Juegos Panamericanos.
Una buena oportunidad para lograr la masificación de un deporte es aprovechando las posibilidades que brinda los grandes eventos deportivos. En esta ocasión hay una ejemplo que no puede pasar de desapercibido. La Federación Peruana de Boxeo entendió la importancia de la exposición mediática, generada en Lima 2019 con la práctica deportiva.
Hoy el glorioso boxeo peruano comprendió que las chances de resurgir del polvo y volver a la palestra, donde nunca debió salir, es solo cuestión de acciones. En los último meses, José María Luccar y Leodan Pezo se han convertido en embajadores del deporte de los puños. A partir del 30 de julio, los medallistas de bronce han visitado cuanto colegio, provincias y programas sociales han podido.
Con el hastag #FomentandoElBoxeo, los seleccionados y parte del equipo técnico -que entre sus filas tienen al olímpico boxeador Alberto ‘chiquito’ Rossel – han participado en charlas en distintos lugares del país, como la Municipalidad Distrital de Pachacamac, la Institución Pública Mariscal Cáceres y la Municipalidad Distrital de Moche.
Hoy el término medallista ha recobrado el respeto e interés en la sociedad. Hoy vemos en los deportistas a los héroes anónimos que una vez fueron ignorados, como en un momento lo fueron los olímpicos Carlos Burga (Múnich 72) y Alberto Rossel (Atlanta 96).
A partir de ahora se abren nuevos capítulos para escribir la historia. Una historia que está en nuestras manos seguir y aprovecharla.
